La concejala advierte de que «nengún príncipe» podrá controlar las ferias. Afirma que son un conglomerado que tienen siempre detrás a la misma persona e insta a una
inspección.
La concejala de Promoción Económica, Teresa Casal, manifestó ayer que mientras ella tenga responsabilidades públicas en materia de Mercados, «nengún príncipe ou non, vai conseguir pasar por encima da legalidade facéndose co control encuberto das ferias a base de ameazas e coacción, e explotando ó pobo que di defender».
Casal inició ayer el procedimiento para notificar el resultado del sorteo de los puestos del mercadillo de Estribela a los nuevos adjudicatarios. La lista se expondrá en el tablón de anuncios del Concello con vistas a reabrir la feria el día 27.
Recordó que este mercadillo se venía celebrando de forma alegal desde hace veinte años, con el «consentemento tácito de alcaldes e concelleiros responsables». Recalcó que su departamento actuó dentro de la estricta legalidad, respetando lo establecido en la Ley de Procedimiento Administrativo y en la Ley de Sociedades Cooperativas, «polo que non quedou máis remedio, a pesares dos moitos intentos realizados por regularizar a situación dos afectados, que deixar fora as agrupacións de vendedores que quixeron facerse pasar por cooperativas legalmente establecidas».
Explicó que las agrupaciones rechazadas no tienen carácter de cooperativa porque sus estatutos no están visados por la Dirección Xeral de Relacións Laborais de la Xunta y no están inscritos en el Registro de Cooperativas. Por tanto, «carecen de personalidade xurídica, ó que lles impide plantexar solicitudes, como tales, diante de ningunha administración».
Estructura
Añadió Casal que la estructura típica de estas agrupaciones de vendedores es que están constituidas por tres socios (el mínimo legal) y con capital social mínimo (3.000 euros). La ley admite un número de asalariados que no puede exceder del 33% de los cooperativistas, lo que significa que con tres socios tan solo puede haber un trabajador. Pues bien, según los datos que tiene el Concello, las cooperativas lideradas por Sinaí Giménez todas tienen 10 asalariados, contratados sólo por unha hora diaria. Además, todas tienen domicilio social en un piso de Monte Porreiro, «no que ninguén recolle as notificacións oficiais, que acaban sempre devoltas por Correos».
Según Casal, se trata de un «conglomerado que ten sempre detrás a mesma persoa» e instó a la Inspección de Traballo a realizar las comprobaciones oportunas para averiguar las condiciones horarias y contractuales de esos trabajadores que realizan su cometido laboral en las diferentes ferias de Galicia.
La edil socialista también recordó que entre enero y mayo se presentaron varias agrupaciones de este tipo, que fueron rechazadas por el cúmulo de irregularidades con las que aparecen y, sobre todo, por carecer de personalidad jurídica. Todas estaban constituidas por tan sólo siete personas, repetidas por grupos de tres y ninguna de ellas está registrada a día de hoy.
La concejala reiteró que el pasado mes de noviembre concedió una prórroga de 15 días para que los trabajadores de estas pesudocooperativas tuvieran la oportunidad de darse de alta como autónomos y evitar así las complicaciones legales. El resultado fue que volvieron a presentarse otras siete nuevas sociedades no registradas y que adolecían exactamente de los mismos defectos que las anteriores. La única modificación realizada fue la identidad de los socios constituyentes. Esta vez se trataba de cinco personas que volvían a repetirse por grupos de tres, por eso fueron nuevamente rechazadas, sin perjuicio de los recursos a que tienen derecho.
Teresa Casal concluyó que, por los datos que tiene de la Xunta, los tramites para la inscripción en el Registro de Cooperativas no llevan más allá de un mes para cualquier sociedad que cumpla los requisitos exigidos. Por eso se preguntó «que pasou coas solicitudes plantexadas polo colectivo que motivou os incidentes de onte dende o mes de xaneiro».
La Voz de Galicia - Pontevedra - 22/12/2006
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